Dulcísima Niña María, radiante Aurora del Astro Rey, Jesús, escogida por Dios desde la eternidad para ser la Reina de los cielos, el consuelo de la tierra, la alegría de los ángeles, el templo y sagrario de la adorable Trinidad, la Madre de un Dios humanado; me tienes a tus plantas, oh infantil Princesa, contemplando los encantos de tu santa infancia. En tu rostro bellísimo se refleja la sonrisa de la Divina Bondad, tus dulces labios se entreabren para decirme: "Confianza, paz y amor..."
¿Cómo no amarte, María, luz y consuelo de mi alma..., ya que te complaces en verte obsequiada y honrada en tu preciosa imagen de Reina parvulita? Yo me consagro a tu servicio con todo mi corazón. Te entrego, amable Reina, mi persona, mis intereses temporales y eternos. Bendíceme Niña Inmaculada, bendice también y protege a todos los seres queridos de mi familia. Se tu, Infantil Soberana, la alegría, la dulce Reina de mi hogar, a fin de que por tu intercesión y tus encantos reine e impere en mi corazón y en todos los que amo, el dulcísimo Corazón de Jesús Sacramentado. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Primer día: Virgen María, ¡Bendita Tú entre todas las mujeres!.
Tú que fuiste predestinada desde toda la eternidad, y elegida entre todas las mujeres, para ser la Madre del Hijo de Dios, por lo cual Dios infundió en tu alma todas las virtudes y el Espíritu Santo te colmó con todos sus dones e inflamó tu corazón en el amor de Dios. Te ruego, -ya que dicen que amarte es señal de predestinación-, que enriquezcas mi alma con el amor, las virtudes y frutos que necesito, para que mi vida sea digna de hija de Dios y de hija tuya, para que imitándote a Ti, vaya uniendo más y más estrechamente mi voluntad a la Voluntad de Dios y así como con tu "Sí" a Su Voluntad dio inició la Historia de la Salvación , al tomar carne el Hijo de Dios en tus entrañas por obra del Espíritu Santo, también yo, haga de mi vida un "sí", y pueda emplear mi vida en el amor y servicio de Él y de la Iglesia, convirtiéndome en instrumento de salvación para los demás.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Segundo día: Virgen María, siempre inmaculada, "bendito el Fruto de tu vientre".
Tú que desde el primer instante de tu concepción fuiste preservada por Dios de toda mancha de pecado y llena de gracia , para que llegada la "Plenitud de los tiempos" su Divino Hijo, llevando a cumplimiento el plan providencial de la Santísima Trinidad sobre la salvación de los Hombres, se encarnase en Ti por obra del Espíritu Santo, quedando Tú introducida ya desde aquel primer anuncio en el Misterio de Cristo tu Hijo para siempre. Te suplico por tu Inmaculada Concepción que me concedas Tu auxilio para que mantenga siempre mi alma limpia de pecado y el Espíritu Santo pueda formar Contigo y en Ti a Jesús en mi corazón y llena de sus dones como Tu, sea una digna morada de la Santísima Trinidad.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Tercer día: Virgen María, Modelo de humildad y de obediencia a la Voluntad de Dios.
Tú que te llamaste a Ti misma "esclava del Señor", Tú que te gozaste en tu pequeñez, que Te consagraste del todo a Ti misma, ¡con todo tu ser a la Persona y a la obra salvífica de Jesús!, haciendo de tu vida no sólo un continuo canto de amor, de alabanza y de gratitud a Dios, sino también un continuo acto de servicio, cooperando así en la redención con humildad y fidelidad. Te suplico que me alcances del Señor que llena de ese amor, llena de fe y con un corazón humilde y generoso, pueda a ejemplo Tuyo, hacer de mi vida un continuo acto de servicio a su Persona y a su misión salvadora, siendo instrumento de salvación en sus Manos para otros y para la total y completa instauración de su Reino y de la Iglesia en el mundo, para que así un día Contigo pueda proclamar las grandezas de Dios y cantar por siempre sus Misericordias.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Cuarto Día: Virgen María, Maestra de oración y de silencio, primera oyente y discípula de Jesús.
Tú que como nadie conociste y viviste los Misterios de la Encarnación y de la Redención, Tú que guardaste y meditaste en tu Corazón con fe, esperanza y amor, las palabras que te fueron dichas de parte de Dios y los acontecimientos que constituyeron los Misterios de la infancia y de la vida de Jesús, descubriendo poco a poco a través de todo ello los misteriosos e inefables designios de Dios Padre sobre la salvación de los hombres Te ruego que me alcances de Dios esa fe fuerte , firme e indestructible, esa esperanza contra toda esperanza y ese amor ardiente, pleno y total que adornaron tu Corazón, para que acepte siempre en mi vida los misteriosos designios de la Voluntad de Dios, vea en todo su Providencia que sólo desea mi bien y sea para otros testimonio de fe y de esperanza.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Quinto Día: Virgen María, madre, auxilio, salud, refugio, consuelo, socorro, abogada de todos aquellos que te necesitan y acuden a Ti con confianza y amor.
Tú que yendo a visitar a tu prima Sta. Isabel y luego en las Bodas de Caná, me diste ejemplo de amor ,de generosidad y solidaridad con el prójimo, manifestándose en ambos momentos a través de Ti, la Divinidad y el poder de Jesús. Enséñame a tener ese espíritu de generosidad y de solidaridad para con todos los que forman parte de mi vida, con todos aquellos que de algún modo necesiten mi ayuda, especialmente con los mas pobres y también en aquellas necesidades por muy lejanas que estén en las que sea necesario el "milagro" y el poder de la caridad; que como Tú y con tu ayuda también yo lleve a Jesús allí adonde vaya , para que descubran a través de mí "sierva inútil", el poder y la misericordia de Jesús y como Tú en mi oración presente siempre y sin cesar a Dios Padre las necesidades de los hombres y del mundo.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los
Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de
los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Sexto Día: Virgen Santísima de los Dolores.
Tú que como nadie viviste, "sentiste" y sufriste en Tu Corazón de Madre , el desamor, la persecución, la calumnia , la dolorosísima Pasión y Muerte que sufrió Jesús por nuestra salvación, alcánzame del Espíritu Santo la fe, el amor y el don de fortaleza que llenaron tu Corazón en aquellos momentos, para que también yo acepte con amor y una los sufrimientos de mi vida, a los de Jesús y a los Tuyos, para completar en mi carne -como decía S. Pablo- lo que le falta a su Pasión en bien de la Iglesia y por la salvación de las almas.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los
Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de
los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Séptimo Día: Virgen María, Madre de Dios y Madre de todos los Hombres.
Tú que estuviste junto a Jesús clavado en la Cruz, y sin duda te asociaste con entrañas de Madre a su sacrificio, y te ofreciste con Él al Padre para la salvación de todos los Hombres , engendrándonos como hijos tuyos al pie de la Cruz en la persona de S. Juan a costa de dolores tan inmensos y amargos, defiende nuestra causa con tu protección maternal y tu intercesión "omnipotente" ante Dios. Obtennos a los que amamos y seguimos a Jesús el incesante socorro de su gracia, para que nos mantengamos fieles a las exigencias y a los compromisos de nuestro Bautismo y demos testimonio de Él con toda nuestra vida y para que podamos luchar contra los enemigos de nuestra salvación y no nos alejemos de Él por el pecado. Y ya que eres Madre de Bondad y de Misericordia ora sin cesar por tantos Hombres, que viven en pecado, cerrados a su Misericordia; de espaldas a Él o negando su existencia. "Pon" ante Dios Padre, los brazos de Jesús abiertos en la Cruz, para que mantenga siempre sus brazos abiertos dispuestos a acoger en un abrazo de amor y de perdón a todos los hombres por los que Jesús entregó su vida, aunque sea en el último instante de las suyas. Madre de los pecadores y Madre de la Vida, ruega por nosotros.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Octavo Día: Virgen María, Madre y Modelo de la Iglesia.
Tú que unida como una discípula más, a los Apóstoles y discípulos en el Cenáculo, esperaste orando e invocando sin cesar, el Don del Espíritu Santo prometido por Jesús antes de su Ascensión al
Cielo. Alcánzame, que unida en oración con la Iglesia, implore a Dios que se realice en Ella un Nuevo Pentecostés, que El la una en la paz y en el amor y renueve y transforme los corazones de
todos los cristianos, para que llenos de sus dones nuestra vida sea un testimonio de fe, de esperanza y de amor como la tuya y seamos ejemplo de santidad en este mundo tan secularizado, adonizado
y alejado de Dios, para que así los Hombres crean que Jesús es el Salvador, el Hijo enviado, predilecto y amado del Padre y escuchando su voz, crean y amen al Padre, y aceptando la Salvación
vivan como salvados.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración para todos los días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.
Noveno Día: Virgen María, Reina y Señora de los Ángeles.
Tú que fuiste Asunta en cuerpo y alma al Cielo, y coronada como Reina y Señora de Cielos y Tierra y gozas ya sentada a la diestra de Jesús de la Unión , de la Gloria eterna y del Amor de la
Santísima Trinidad . Guíame acompáñame y protégeme en mi peregrinaje de la fe hacia la vida eterna, para que no me aparte de Jesús, único y verdadero Camino hacia el Padre y en la hora de la
muerte experimente tu poderosa intercesión y protección maternal .y así Contigo pueda alabar, adorar y gozar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo por toda la eternidad.
Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
Te entrego, Virgen Niña, mi corazón para que lo presentes a Jesús. Por el amor y complacencia con que te aceptó, cuando a la temprana edad de tres años te consagraste a El, suplícale acepte el mío e imprima en él las virtudes que le faltan, para que, a imitación del tuyo, le sea agradable. Enséñame o despreciar las honras vanas del mundo; haz que siempre sea mi único anhelo crecer en el amor de Dios, cumpliendo siempre su divina Voluntad.
Te presento también los corazones de los que no te conocen y no pueden amarte. Oh Virgen Niña, atráelos con tus inspiraciones para que, amándote todos como hijos, vayamos a cantar las glorias y magnificencias de tu hijo Jesús, nuestro Señor en el Cielo. Amén.
Niña celestial, que con tantos prodigios de gracias te dignaste mostrar tus deseos de ver honrada tu tierna infancia -aquel período de tu existencia que fue tan grande ante Dios, por el privilegio de tu inmaculada concepción y natividad dichosa. Tú, la más privilegiada entre las hijas de Eva, vuelve hacia mí, desde esa preciosa Cuna, tus ojos llenos de dulzura y bondad, y continuando tu oficio de Mediadora y Abogada, haz que vea cumplida mi súplica.
No salga yo defraudada en mis esperanzas de tu venerada Cuna, sino que consiga las gracias y los consuelos que te pido.
A mí y a todos, ¡oh María!, alcánzanos el verdadero espíritu de la devoción a Ti, ¡Virgen Niña!, y el don inapreciable de la perseverancia final. Así sea.
Qué grande gozo e incomparable alegría debe tener todo el mundo el día de vuestro sagrado nacimiento, ¡oh niña benditísima! pues con la luz que vos, como alba divina, le trajisteis, se bañó de nueva claridad y comenzó a respirar! A toda la Santísima Trinidad alegrasteis con vuestro nacimiento; al Padre por haber nacido su dulce esposa, al Hijo porque habías de ser su Madre, y al Espíritu Santo porque erais su templo, y por su virtud habíais de concebir en vuestro vientre virginal al Verbo Eterno. Los santos patriarcas vieron en este día cumplidos sus deseos; los profetas acabadas aquellas sombras y figuras debajo de las cuales tantas veces os dibujaron y pintaron, los ángeles su Reina y Señora, y los hombres de honra, ornamento y gloria de todo el linaje humano; y finalmente, todos los judíos y gentiles, justos y pecadores tienen hoy causa de particular regocijo, por haber salido a luz la que había de darnos al que es luz y vida del mundo.
Vos, niña gloriosa, nacisteis hoy la más linda, la más bella y hermosa y más adornada de gracias que ninguna pura criatura. Porque así como vuestro precioso Hijo os fue muy parecido en el ser natural como hijo a su madre, así vos fuisteis muy semejante a vuestro Hijo en el ser de gracia, en la cual él era vuestro Padre; y así convino que en el alma y en el cuerpo no hubiese cosa criada que con vos se pueda comparar. Vos sois la segunda Eva y madre de los vivientes que vivirán para siempre, vos más dichosa que Sara, más prudente que Rebeca, más hermosa que Raquel, más fecunda que Lía, más excelente que María hermana de Moisés y Aarón, más sabia que Débora, más fuerte que Judíth, más graciosa que Ester, más humilde que Abigail, más casta que Susana. Porque sois aquella mujer vestida de sol y coronada de estrellas, que tiene la luna debajo de sus pies, y aquel santuario que Dios hizo para habitar en él, y aquel arca fabricada de madera de Setin, y forrada por dentro de oro purísimo, que son todas las virtudes con que Dios os adornó.
Dios os salve, María suavísima, hija sois de Eva, más para reparar las miserias de Eva; hija sois de hombre, mas madre de Dios; virgen sois, mas no sin fruto; fecunda sois, mas sin detrimento de vuestra pureza virginal. Dios os salve, Virgen sacratísima, tálamo del Esposo celestial, templo de la sapiencia increada, sagrario del Espíritu Santo, huerto de delicias, paraíso de deleites, vena de aguas vivas, y depositaria de todas las gracias y dones de Dios, y singular entre todas las criaturas; pues no hay cosa que os iguale, y todo lo que tiene ser está sobre vos o debajo de vos, porque Dios solamente es sobre vos, y todo lo que no es Dios está debajo de vos. Desde este punto y desde esta hora en que salisteis al mundo para bien del mundo yo os reconozco y tomo por Señora mía, y os doy el parabién y vasallaje como a Reina soberana del cielo y de la tierra, y madre de mi Señor Jesucristo. Vos, Virgen purísima y niña sacratísima, tomadme por esclavo perpetuo y de vuestro Hijo benditísimo, para que yo con verdadero y santo gozo me goce hoy de vuestro glorioso nacimiento. Amén.
Padre Celestial, Tú has querido que en María
se reflejase tu amor.
¡Gracias por habernos dado una madre tan
perfecta! Ella es para nosotros una nueva
revelación de todos los tesoros de bondad
que se encuentran escondidos en tu corazón
paterno, nos muestras hasta qué punto Tú
eres bueno y dulce en tu amor.
Con su ternura y su solicitud, ella nos
hace conocer el afecto delicado y vigilante
que te une a Tí con nosotros, puesto que
toda la fuerza de tu amor materno desciende
a ella de tu corazón de Padre.
En María no hay nada que no le haya sido dado
expresamente por Tí: ella trae a nosotros tú
imagen, nos hace descubrir tu rostro de amor.
Sin el consuelo de su presencia y la continuidad
de sus atenciones, nos faltaría una de las pruebas
más evidentes de que Tú estás continuamente cercano
a nosotros, para sostenernos, consolarnos, y
protegernos. Su mirada bondadosa y su inmensa piedad
para con los pecadores, como somos nosotros, nos
invitan a creer que tu misericordia es inconmensurable
y que no se deja vencer por la ingratitud y por la
maldad.
María nos muestra cómo Tú nos amas y nos impulsa a
confiarnos completamente a tu amor.
¡Te damos gracias porque te agrada manifestarte y
darte a nosotros a través de ella!
Amen.
ORACIÓN INICIAL: ¡Oh María santísima! elegida y destinada ab eterno por la augustísima Trinidad para Madre del unigénito Hijo del Padre, anunciada por los Profetas, esperada de los Patriarcas, y deseada de todas las gentes; sagrario y templo vivo del Espíritu Santo, sol sin mancha, porque fuisteis concebida sin pecado original, Señora del cielo y de la tierra, Reina de los Ángeles; nosotros humildemente postrados os veneramos, y nos alegramos de la solemne conmemoración anual de vuestro felicísimo Nacimiento; y de lo más íntimo de nuestro corazón os suplicamos que os dignéis benigna venir a nacer espiritualmente en nuestras almas, para que cautivadas estas por vuestra amabilidad y dulzura, vivan siempre unidas a vuestro dulcísimo y amabilísimo Corazón.
I. Ahora con nueve distintas salutaciones contemplaremos los nueve meses que estuvisteis encerrada en el seno materno; diciéndoos que oriunda de la Real prosapia de David, salisteis con grande honor a luz de las entrañas de santa Ana vuestra afortunadísima madre. Avemaría.
II. Os saludamos, oh Niña celestial, paloma candidísima de pureza, que a despecho del infernal dragón fuisteis concebida sin pecado original. Avemaría.
III. Os saludamos, oh Aurora brillantísisima, que como precursora del Sol de justicia, trajisteis la primera luz al mundo. Avemaría.
IV. Os saludamos, oh Elegida, que, cual sol sin mancha alguna, despuntasteis en la noche más tenebrosa del pecado. Avemaría.
V. Os saludamos, oh bellísima Luna, que iluminasteis al mundo envuelto en las más densas tinieblas del gentilismo. Avemaría.
VI. Os saludamos como a esforzada amazona, que sola, a manera de un numeroso ejército, pusisteis en fuga a todo el infierno. Avemaría.
VII. Os saludamos, oh hermosa alma de María, a quien Dios poseyó desde la eternidad. Avemaría.
VIII. Os saludamos, oh amada Niña, y veneramos vuestro santísimo cuerpecito, los sagrados pañales en que fuisteis envuelta, y la sagrada cuna en que estuvisteis acostada, y bendecimos el punto y momento en que nacisteis. Avemaría.
IX. Os saludamos finalmente, oh amada Niña, como adornada de todas las virtudes en grado inmensamente más elevado que los otros Santos, y que, hecha digna Madre del Salvador, y habiendo concebido por virtud del Espíritu Santo, paristeis al Verbo encarnado. Avemaría.
Promesas de la Divina Infantíta:
La Santísima Virgen María hizo las siguientes promesas a San Brígida, la Beata Catalina Emmerick, Sor Magdalena de San José y muchos otros santos más:
*Cuando las mujeres embarazadas santifican la víspera del día de su Nacimiento, ayunando y recitando con devoción nueve veces el Ave María, en honor de los nueve meses que Ella había pasado en el seno de su madre, y cuando renuevan con frecuencia este ejercicio de piedad en el curso de su preñez y la víspera de su alumbramiento, acercándose con piedad a los sacramentos, lleva Ella esas oraciones ante Dios y les obtiene un parto feliz, aunque las condiciones se presenten difíciles.
*Quien en el día de hoy, (festividad del Nacimiento de La Virgen 8 de setiembre...) por la tarde, recite con devoción nueve veces el Ave María en honor de su permanencia de nueve meses en el seno de su madre (Santa Ana) y de su nacimiento, y continúe durante nueve días este ejercicio de piedad, da a los ángeles cada día nueve flores destinadas a formar un ramillete que Ella recibe en el cielo y presenta a la Santísima Trinidad, con el fin de obtener una gracia para la persona que ha dicho esas mismas oraciones.
*"CONCEDERÉ TODAS LAS GRACIAS QUE ME PIDAN LAS PERSONAS QUE ME HONREN EN MI INFANCIA, PUES ES UNA DEVOCIÓN MUY OLVIDADA".
OH NIÑA INMACULADA YO QUIERO OFRECERTE EN ESTE DÍA, TODA MI NIÑEZ Y TODA MI VIDA, ACÉPTALA TE LO RUEGO, DULCE NIÑA.
SE QUE LAS JOYAS ANTE TI SON NADA, Y QUE LAS FLORES PIERDEN SU BELLEZA, DELANTE DE TI MI REINA AMADA, QUE TUVISTE DESDE NIÑA TAL GRANDEZA.
MI NIÑA SENCILLA Y AMOROSA, PURA ENTRE TODAS LAS MUJERES, LA ALABANZA DE MI CORAZÓN LLEGUE HASTA TU CUNA MECIDA POR LOS ÁNGELES.
TU ERES LA PEQUEÑITA INMACULADA, LA PRESERVADA DE LA CULPA Y PENA, LA QUE AL PRIMER INSTANTE FUE BENDITA; LA NIÑA ANGELICAL DE GRACIA LLENA.
NIÑA ENCANTADORA Y BELLA, LA MÁS LINDA DE TODAS LAS CRIATURAS, HERMOSA Y CELESTIAL MARÍA NIÑA, INDÍCAME LA SENDA QUE VA AL CIELO.
NO QUIERO TERMINAR ESTA ORACIÓN SIN ANTES SUPLICARTE NIÑA MÍA ME AYUDES A IMITARTE EN TUS VIRTUDES QUE DESDE PEQUEÑA TUVISTE EN PLENITUD. AMÉN
ERES NIÑA INMACULADA, DEL SEÑOR OBRA MAESTRA, PUES LA FUERZA DE SU DIESTRA QUEDÓ EN TU SER DEMOSTRADA Y PORQUE FUISTE FORMADA SIN LA CULPA ORIGINAL ERES REINA UNIVERSAL Y DE MI VIDA PASTORA, INMACULADA SEÑORA LIBRANOS DE TODO MAL.
A TI ME ACOJO PORQUE SE QUE ME AMAS, PORQUE DE TI LOS BENEFICIOS BROTAN, PORQUE VELAS POR MÍ, PORQUE LAS LLAMAS DE TU GRAN CARIDAD NUNCA SE AGOTAN.
AQUÍ EN TU CORAZÓN, NIÑA DIVINA, VENGO CONFIADO, A REMEDIAR MIS MALES Y A BUSCAR LA SEGURA MEDICINA QUE EN ÉL ENCUENTRAN SIEMPRE LOS MORTALES.
DIGNATE MADRE AMADA HACERME FUERTE QUE ME VENZA A MI MISMO Y QUE SEA SUMISO, Y ASISTEME EN EL TRANCE DE LA MUERTE PARA VOLAR CONTIGO AL PARAÍSO.
Y PUES NOS PROTEJES TANTO COMO VERDADERA MADRE, BENDICENOS DESDE EL CIELO Y HAZ QUE NOS BENDIGA EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.
Jaculatoria:
V.Esta Niña Angelical de los cielos escogida.
R. Es la Reina concebida sin la culpa original.
Primer misterio:
Tanto amor para ti mi pecho encierra que observarte quisiera, Madre mía, más… ¿Puede dar la tierra algo digno de ti Virgen María?
¿Existirá algo en este bajo suelo que ofrecer a la Santa de las santas, si tienes allá en el cielo coros de serafines a tus plantas?
¿Lucirían en tu trono esas estrellas que vistas desde aquí nos maravillan? ¿Junto a ti serían bellas si con la luz de tus pupilas brillan?
¿Tendrían valor las perfumadas rosas? Cierto es que son vistosos sus colores pero… ¿Serán hermosas al lado de la reina de las flores?
Padre Nuestro, 10 Aves Marías, Gloria y la Jaculatoria
Segundo misterio:
Podría formar un ramo de azucenas que sean emblema de pureza y calma más… lucirán apenas pues cándida más que ellas es tu alma.
No hay que buscar camelias, Madre amada, ni claveles purpúreos olorosos, tus labios de granada son Divina Infantita más hermosos.
Pensaba en las violetas pudorosas que son de la humildad la fiel morada; pero, como las rosas, junto a ti, Reinita mía, no valen nada.
Ni nomeolvides, suaves, pequeñitos puedo ofrecer para calmar mi anhelo, pues sé que tus ojitos, mas dulces son que su color de cielo.
Padre Nuestro, 10 Aves Marías, Gloria y la Jaculatoria
Tercer misterio:
¿Con el rumor del mar haré murmullos para cantar tus gracias que me encantan? Mas… si tienes arrullos de ángeles mil, que tu grandeza cantan.
Cómo podré con cosas transitorias ensalzar tu poder, Niña Divina, como cantar tus glorias y tu casta belleza peregrina.
Cómo podrá la lengua miserable alabarte oh María, radiante estrella, si eres la incomparable, la obra de Dios perfecta, la más bella.
Qué habrá digno de ti, Virgen sagrada, la más pura de todas las mujeres, si estás tan encumbrada que Dios mismo te dice: “BENDITA ERES”
Padre Nuestro, 10 Aves Marías, Gloria y la Jaculatoria
Cuarto misterio:
Si tu cuna la mecen los querubes y es la cuna escabel donde te sientas, y en un trono de nubes vestida de luceros te presentas.
Si al ver el sol tu rubia cabellera de ella recoge todos sus fulgores y la celeste esfera a ti debe sus puros resplandores.
Si de tu frente toma su pureza el blanco lirio que entre espinas crece, y toda la belleza junto a la tuya, oh Niña desaparece.
Padre Nuestro, 10 Aves Marías, Gloria y la Jaculatoria
Quinto misterio:
Que se le puede dar ala escogida, de todo un Dios que la colmó de dones si no tiene medida oh Madre de mi amor, tus perfecciones.
Por eso con este Rosario, recibe nuestro amor, nuestro desvelo, y sírvate de arrullo nuestra oración que se levanta al cielo.
Padre Nuestro, 10 Aves Marías, Gloria y la Jaculatoria
Padre Nuestro…
Dios te salve María Santísima, Hija predilecta del Padre.
Aumenta nuestra fe.
Dios te salve María…
Dios te salve María Santísima, Madre amantísima del Hijo.
Aumenta nuestra esperanza.
Dios te salve María…
Dios te salve María Santísima, Esposa Purísima del Espíritu Santo.
Aumenta nuestro amor.
Dios te salve María…
Dios te salve, Reina y Madre…
NUEVA LETANÍA DE LA VIRGEN
Señor, ten piedad de nosotros Ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Santa María Ruega por nosotros
Santa Virgen de las vírgenes
Hija predilecta del Padre
Madre de Cristo Rey
Gloria del Espíritu Santo
Virgen hija de Sión
Virgen pobre y humilde
Virgen sencilla y obediente
Esclava del Señor
Colaboradora del Redentor
Llena de gracia
Fuente de hermosura
Conjunto de todas las virtudes
Fruto escogido de la redención
Discípula perfecta de Cristo
Imagen Purísima de la Iglesia
Mujer nueva
Mujer vestida de sol
Mujer cornada de estrellas
Señora llena de benignidad
Señora llena de clemencia
Señora llena de clemencia
Señora nuestra
Alegría de Israel
Esplendor de la iglesia
Honor del género humano
Abogada de la gracia
Dispensadora de piedad
Auxiliadora del pueblo de Dios
Reina de la caridad
Reina de la misericordia
Reina de la paz
Reina de los ángeles
Reina de los patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los Mártires
Reina de los confesores
Reina de las Vírgenes
Reina de todos los Santos
Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los cielos
Reina del mundo
Reina del cielo
Reina del universo
Reina y Madre de todos los sacerdotes Ruega por ellos
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad y misericordia de nosotros.
Bajo tu amparo nos acogemos, oh, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos, de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.