Día 12: María, Madre, cuando Jesús expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo más que fijarse en ti: enséñame a ser
misericordioso, es decir, a amar a cada uno con sus defectos.
Te ofrezco: ser hoy más comprensivo con los defectos de los que me rodean.
Meditación: “Sigue fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2,10). María la más fiel… “hágase en mí según Tu Palabra”. Grande fue la fe de María, quien cumplió a la perfección la Santa Voluntad de Dios, ya que a El todo entregó. En el Calvario a su Hijo dio y confiada con llagas en su Corazón esperó la Resurrección. ¿Somos realmente “fieles” a Dios y a Su Iglesia, cuando no cumplimos nuestro deber, cuando no nos comprometemos con el Señor y tenemos un tibio corazón lleno de vanidad y sin amor?. ¿Somos ejemplo como María, o somos un alma sin vida que no cumple con lo que Dios dicta?. Pregúntate en éste día: ¿he favorecido con mis obras y palabras al Señor, o al maligno?. Sigamos a María con un corazón pequeño y recto.
Oración: ¡Oh Madre que nos guiaste, que todo entregaste!. Dígnate Madre a enseñarnos y a llevarnos siempre de tu mano, para que seamos realmente cristianos, perteneciendo a Cristo, tu Hijo Amado. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Ser un Jesús y una María para los que nos rodean, como testimonio de cristiandad.
Belladona
Mes de mayo
Día 12
Jesús se presenta a sí mismo como el Camino, la Verdad y la Vida (cf. Jn 14,6). Y nos dice que el Padre quiere ser adorado en espíritu y en verdad (cf. Jn 4,24).
Por el contrario, cuando Jesús se refiere al Maligno dice de él que es mentiroso y el padre de la mentira (cf Jn 8,44).
El mandamiento del Padre es que andemos en la verdad.
Quien vive en la verdad y dice verdad, ese es de Cristo, es hijo de Dios.
Quien vive en la mentira y propaga la calumnia y la difamación respecto de su prójimo, ese no es de Cristo y se hace a sí mismo hijo del Maligno.
Allí donde reina la mentira está el reino de Satanás. El corazón mentiroso rebosa siempre de soberbia, de envidia, de deseos de venganza, de vanagloria. El corazón mentiroso es homicida porque da muerte a su prójimo, primero en su corazón y después con su lengua mentirosa. Por eso mismo, Jesús dice que Satanás es padre de la mentira y homicida.
El mentiroso no tiene en cuenta de que vive en la presencia de Dios que ve todas las cosas y conoce las profundidades de cada corazón. Se puede engañar a los hombres, pero es imposible engañar a Dios.
El mentiroso no se ama a sí mismo, no se acepta a sí mismo y mediante la mentira pretende destruir su imagen real para mirarse y presentarse ante los otros con una imagen ficticia. Le sobra soberbia y le falta humildad.
El corazón embustero es un corazón cobarde que al no aceptar su fragilidad proyecta sus culpas y pecados en su prójimo. No se acepta a sí mismo ni acepta a los demás.
Es envidioso y por eso se revuelve ante la suerte del prójimo tratando por todos los medios de ensuciar su nombre, destruir su reputación y dar muerte a su honra. El mentiroso es sembrador de muerte.
Quien se entrega a la mentira es como aquél que se mete en medio del fuego y acaba siendo consumido por las llamas.
El hombre mentiroso termina siempre por volverse un hombre de corazón perverso.
Sobre la conciencia del embustero y calumniador pesará siempre la voz de Dios reclamándole, ¿dónde está tu hermano?.
En las antípodas del Maligno nos encontramos con María, criatura sencilla y humilde, que vive en la luz de la verdad, cuyas obras son según Dios que es luz y verdad, perdón y misericordia.
María no se entrega como el corazón soberbio a deseos que superan su capacidad. Ella se sabe criatura y no cede a la tentación de querer ser como Dios, la tentación a la que sucumbieron Adán y Eva.
María camina siempre en la luz y por eso experimenta siempre la alegría, aún en medio del dolor.
El embustero nunca es feliz y por eso a su alrededor sólo siembra tristeza, amargura y llanto.
Santiago en su carta nos dice: "si uno piensa que se comporta como un hombre religioso y no sólo no refrena su lengua, sino que conserva pervertido su corazón, su religiosidad es falsa" (Sant 1, 26)
Y el Apóstol concluye diciendo. "Pues tampoco un manantial salado puede dar agua dulce"(Sant 3,12).
A Ti acudimos, Madre nuestra, para que purifiques las aguas de nuestro corazón, para que sean aguas dulces, limpias de todo poso de soberbia y vanagloria, de maledicencia y de mentira.
Llévanos de tu mano por el camino de la humildad y de la verdad.
Fruto: la sinceridad
12 de Mayo
Hoy, nuestras voces te imploran por las vocaciones Sacerdotales. Tú eres la única Madre que ha llevado en tu seno a un Sacerdote, Jesucristo, y le viste ejercer su Ministerio entre los hombres, y sabes, como nadie, la necesidad de Sacerdotes; multiplica su número y vela por la calidad de las vocaciones sacerdotales; ruega al Dueño de la mies que envíe operarios, santos y sabios, Sacerdotes según el corazón de Cristo.
Obsequio: Rezar a diario por las vocaciones sacerdotales, y pedir que Dios escoja de entre nuestros hi-jos, a uno y lo llame al Sacerdocio.
En el día 12 de mayo, mes de María, la Virgen se presenta agradable a la Trinidad más que cualquier otra criatura, puede abogar por nosotros
Estamos en mayo, mes de María, madre de Dios y también madre de toda la humanidad, a quien le tenemos especial cariño y devoción, por ser Ella Bienvanturada por siempre por todas las generaciones como lo dice en su Magnificat. La devoción a la Madre de Dios es realmente una combinación de tres elementos: la veneración, la invocación y la imitación, así lo dice el Concilio Vaticano II.
La veneración de la Santísima Virgen incluye todo el honor y la alabanza, el reconocimiento y el amor que ella merece como la Madre del Redentor y Madre de la raza humana.
La veneración puede ser descrita como un acto de apreciación amorosa. La apreciación se basa en el conocimiento que tenemos de María, basada en las verdades que nos enseña la fe.
El amor se inspira en la profundidad de nuestro aprecio, que depende de la lectura, el estudio y la meditación acerca de la Santísima Virgen María.
Mayo, mes de María.
Las primeras siete partes del Ave María son declaraciones de veneración:
Ave María
Llena de gracia
El Señor es contigo.
Bendita eres tú entre las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María
Madre de Dios
Son tantos actos de alabanza y de honor, dirigidos con amor a la Santísima Virgen. Todos son sacados de la Sagrada Escritura o de la tradición de la Iglesia.
La invocación se basa en la veneración. Debido a que María es tan agradable a la Trinidad, ella, más que cualquier otra criatura, puede abogar por nosotros ante el Trono de Dios. La invocamos para que interceda por nosotros.
1. Háblale a Jesús sobre María.
Jesús mío, me gusta orar a María, tu Santa Madre, ella me enseña con su manera de vivir, a ser dócil a tu Palabra, a tomarla en serio, y a dejarse guiar por ella; pero también María se presenta como una servidora, como una que sale a ayudar a su prima Isabel, cuando esta la necesita.
Así quiero ser yo, mi Señor y mi Dios, quiero ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti.
Gracias por darme la oportunidad de ver a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a seguir.
Confío en tu compañía y en tu Bendición Señor, gracias por todo lo bueno que me das por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos.
Cómo mi madre María, me uno a sus eternas palabras de entrega que hacen y harán eco en nuestra historia de salvación: Hágase en mí según tu Palabra.
Amén.
2. Oración inicial.
Santa María, ¡Madre de Dios y Madre mía! Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
"No tienen vino": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos.
"Hágan lo que Él les diga": dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
"He aquí la esclava del Señor": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me insinúe.
3. Día 12 de mayo: Mi vida no es mía, es de Dios.
Si nos ponemos en la piel de María, algo que sorprende es la rapidez con que dice que SÍ a lo que Dios le pide. ¿Sabes por qué actúa así? Porque es consciente de algo muy importante que muchos no sabemos, o si lo sabemos enseguida lo olvidamos: su vida no es suya.
García Morente, filósofo no creyente, se convirtió al darse cuenta de esto. Él lo explica así:
"Mi vida, los hechos de mi vida, se habían realizado sin mi intervención (se refiere al trabajo que tenía, amenazas que recibió, emigró dejando a su familia). Yo los había presenciado pero en ningún momento provocado.
Me pregunto: ¿Quién pues, era la causa de esa vida, que siendo mía, no era mía? Lo curioso era que todos esos hechos pertenecían a mi vida, pero no habían sido causados por mí, no eran míos.
Entonces, mi vida me pertenece, pero, por otro lado, no es mía, puesto que su contenido viene en cada caso producido y causado por algo ajeno a mi voluntad".
Sólo encontraba una solución para entender la vida: algo o alguien distinto de mí hace mi vida y me la entrega.
Madre mía, enséñame esta lección: Mi vida es mía y no es mía. Alguien distinto de mí hace mi vida y me la entrega. Yo, con libertad la vivo como quiero, pero hay Otro que me la entrega con un fin, con una misión. Por eso mi vida es mía y es de Dios: somos copropietarios.
Mi vida es para Dios, y por Él, para los demás, porque libremente deseo hacer el bien
4. Oración final.
Amado Jesús, al igual que María, tu Santa Madre, quiero estar abierto siempre a la acción del Espíritu Santo, configurarme completamente a tu amor y tu misericordia.
Como ella, acepto también ser tu esclavo, tu siervo, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una acción de vida.
Deseo responderte siempre con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien supo escucharte y obedecerte desde siempre.
Y a ti, Oh María, amada universal del Verbo, la nueva Eva escogida, auxilio de los pecadores y de los que buscan tu intercesión, acógeme siempre bajo tu manto protector, soy también tu hijo y sé que te preocupas por mí.
Te ruego que poses tu mano sobre mis hombros y me guíes por el camino de tu hijo Jesús.
Como tú, quiero poder decir y sentir con toda la pasión de mi alma: "Mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador". Amén.
Intenciones de oración para el día 12 de Mayo.
María nos enseña para este día 12 de mayo, que tal cual como Dios nos dio la vida, tenemos que dársela de vuelta con creces. Nuestra vida pertenece a Dios nuestro Creador. Debemos aprender a vivir la vida en libertad pero entregada al servicio de Dios, que es amor, es decir, vivir nuestras vidas para el amor. Que María pueda conducirnos por bien para que nuestra vida siempre esté orientada al servicio con amor.
Hoy vamos a orar por aquellas familias en extrema necesidad, que no tienen el pan sobre la mesa. Que María les consiga manos amigas para que puedan abastecerles y ser solidarios con su condición. Para el día 12
Día doce
I. Los pensamientos
1. Es una planta pequeña que embellece nuestros jardines. De entre sus hojas sale uno y más hilos guiados por sus botoncitos; revientan éstos y ofrecen a nuestra vista flores pequeñas, pero muy finas y singulares en su forma y color . No tienen olor, pero no todas las perfecciones han de estar reunidas en una flor: únanse a la rosa y francesillas y otras compañeras suyas, y juntas formarán un hermoso compuesto .
II. La oración
2. Elevar a Dios nuestros pensamientos, esto es oración. Nuestra alma ha sido criada para contemplar, ver y mirar a Dios. Lo criado, lo visible y lo material ha sido puesto a nuestra vista para elevar nuestros pensamientos a Dios criador, a Dios invisible, a Dios inmaterial. Sin oración el hombre se envilece, se degrada, se materializa, y se hace peor que los jumentos . De las veinticuatro horas ¿no tenemos una destinada a ordenar los pensamientos y dirigir una mirada a Dios, a Dios que nos mira, a Dios que no nos olvida, a Dios que desde allá en su eternidad piensa en nosotros? ¡Ah! y las veinticuatro horas enteras ¿se han de emplear en los negocios de la tierra, de la carne y de la sangre? ¿no es justo, no es racional el que consagremos una a pensar y mirar a Dios? ¡Qué digo yo! ¿una hora? ¿una hora y nada más? ¿qué impide el que comamos, trabajemos y obremos teniendo a Dios presente? Nada más que nuestro sensualismo .
III. Los pensamientos en María
3.Un solo pensamiento ocupó de lleno a María en toda su vida, o, mejor diré, todos tendían, todos vinieron a parar a un solo objeto, y fue: el hombre está perdido por la culpa; se ha de salvar: Dios Salvador, Dios Redentor .
IV. Los pensamientos en las manos de María 4.
¿En qué piensas? En lo que amas. Donde está el amor, está el corazón, y donde está el corazón, está la cabeza no muy lejos y los pensamientos. ¿Piensas en Dios? ¿piensas bien en Dios? ¿tienes en Dios pensamientos puros? ¿tienes de Dios aquella idea alta, sublime, grandiosa, que corresponde a la realidad? Examínalo bien. Vengamos a nuestro jardín: ¿cómo van nuestros pensamientos? Están en flor... Recógelos todos, átalos, lígalos a la fe y al amor de Dios, y preséntalos así recogidos a nuestra Señora, y dile: Presentación de la flor
ORACIÓN. Madre: Mis pensamientos están ahora recogidos en vuestras manos: presentadlos a Dios. Yo me obligo y comprometo hoy con la presentación de este mi ramillete a vivir en adelante recogido en Dios, a marchar en su presencia, a no olvidarle, a contemplar sus grandezas... Yo me obligo a orar sin cesar como me manda el Evangelio. Ofreced mis votos a vuestro Hijo: cuidad, oh bella y amable jardinera, cuidad de mis pensamientos, ordenadlos; a vuestra fidelidad los fío.
DÍA 12
Auxiliadora de los cristianos y refugio de los pecadores.
A Ti acudo en busca de auxilio; ayúdame, Madre mía, y no digas que no puedes ampararme, pues bien sé que eres poderosa y obtienes de Dios lo que deseas.
Si me dices que no puedes protegerme, dime al menos a quién debo acudir para ser socorrido en mi desgracia y dónde poder refugiarme o en quién pueda con seguridad confiar. Amén.
LA VOZ DE MARÍA 12 DE MAYO
1. Saludo ¿Nos hemos parado a pensar, de vez en cuando, qué tonalidad y cómo sería la voz de María? Alguien, con mucha razón, dijo que "la voz de María tiene el color de cada alma, el sonido de las cuerdas vocales de cada creyente y la dulzura del paladar que sabe saborear la palabra: María"
*La voz de María era suave. No quería imponerse a la gran voz de Dios. *La voz de María era sencilla. Sólo entendía y comprendía que era instrumento en las manos de Dios
*La voz de María era, ni más ni menos, que una melodía en los labios de Dios. Estamos en la Pascua. El mes de mayo, dedicado a la Virgen María, nos invita a proclamar la presencia de Jesús muerto y resucitado. No podemos contentarnos con una adscripción en una determinada religión.
¿Cómo es nuestra voz? ¿Nos dejamos sentir, como cristianos, allá donde estamos? ¿Qué timbre tiene nuestra voz? ¿Suave u ofensiva? ¿Humilde u orgullosa?
¿Sencilla o complicada? ¿Grave o estridente? ¿Comprometida o indiferente? Por el contrario, silenciamos la voz de María, cuando ponemos sordina al evangelio, cuando no damos la talla como católicos, cuando no defendemos aquellos valores que el cristianismo puede aportar a nuestra sociedad. ¿Silenciamos o somos altavoz de María?
2. ORACIÓN AFINA MI VOZ, MARIA Si se impone la angustia, que entone una palabra de aliento Si asola la tristeza, que florezca en un sonido de alegría Si avanza la soledad, que ejecute una melodía de solidaridad
AFINA MI VOZ, MARIA Que no pierda el compás de la fe Que no deje el ritmo de la esperanza Que no ignore el punto de la caridad
AFINA MI VOZ, MARIA Para que, allá donde yo esté, suene el evangelio con música nueva Para que, allá donde yo pase, sea proclamado y bendecido el nombre de Cristo Para que, allá por donde yo cante, sea engrandecido Dios Padre Todopoderoso
AFINA MI VOZ, MARIA Y, si por lo que sea, alguna vez se calla, dame una vitamina de esas que a Ti te sobran: claridad en el hablar dulzura en el caminar y timidez en el juzgar
AFINA MI VOZ, MARIA para que, cuando me presente ante Dios, pueda hacerle conocedor de una melodía -mi propia vidala cual, intenté llevarla a cabo. Amén