Día 13: María, Madre, cuando Jesús expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo más que fijarse en ti: enséñame a ser
limpio de corazón.
Te ofrezco: no admitir hoy pensamientos malos de los demás.
Meditación: “El Poderoso ha hecho en mi grandes cosas” (Lucas 1,49). Nos anonadamos frente a la excelsa Madre de Dios, habiéndola recibido para nosotros del mismo Señor. Ella se sigue presentando como Madre amorosa, buscando a sus hijos perdidos, alejados, confundidos, para bañarlos en el río de la santidad, a la que Dios nos llevará si la seguimos. Cambiemos así nuestro pobre corazón por el Inmaculado Corazón de María para ser a su semejanza.
Oración: ¡Oh María que nos regalaste en Cova de Iría tu Corazón Inmaculado!. Enséñanos los secretos que El esconde, para que conociéndolos podamos imitarlo, y cabizbajos pidamos perdón por lo poco que nos parecemos a Vos. Haznos pequeños para que veamos el Cielo. Amén.
Oración de los pastorcitos: (entregada por el Arcángel San Miguel a los tres niños en Fátima)
Oh Dios mío, yo creo, espero, adoro y os amo. Y os pido perdón por todos los que no creen, no esperan, no adoran y no os aman (se reza tres veces).
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los Tabernáculos de la tierra, en expiación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con las que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de
Jesús y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, te pido por la conversión de todos los pecadores. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Renovemos nuestra consagración al Inmaculado Corazón de María.
Azucena
Mes de mayo
Día 13
Te saludamos y felicitamos Madre, porque el Todopoderoso ha hecho obras grandes en Ti.
En previsión de los méritos de tu divino hijo te creó toda Pura preservándote de la mancha del pecado original. Te creó Inmaculada desde el mismo instante en que fuiste concebida en el seno materno de Santa Ana.
Tenía Dios designado que el Maligno no tuviese parte alguna en Ti, para que fueses digna Madre de Dios y Madre de todos los renacidos a la vida de la gracia por la redención de Cristo, cuya virtud se comunica en el santo bautismo.
Eres Madre Inmaculada en tu cuerpo y en tu corazón. Así lo quiso Dios porque de Ti habría de nacer Aquél que mediante su cruz pisaría la cabeza de la serpiente infernal.
En Ti Cristo venció al Maligno derrotándolo mediante la gracia y abriendo para todo el género humano un camino de esperanza, de reconciliación y de salvación.
Si en el género humano abundó el pecado, por los méritos de Cristo sobreabunda la gracia en Ti y en todos los redimidos.
Esta sobreabundancia de gracia se manifiesta en Ti en tu Concepción Inmaculada -concebida sin pecado original- y en la Concepción virginal de Jesús, pues al concebirlo en tu seno Él no menoscabó tu integridad corporal sino que la santificó y por ello eres la "siempre Virgen María", virgen antes del parto, durante el parto y después del parto.
Contigo proclamamos la grandeza del Señor, admiramos las maravillas que ha obrado en Ti y que obra permanentemente en favor de todos los hombres.
A Ti, Madre Purísima, acudimos confiados para que como Madre solícita veles por la pureza de nuestros corazones, pues sabes que nuestra naturaleza humana está herida por la culpa original.
Inspíramos verdadero amor a Cristo tu Hijo y que tengamos grande aprecio a los sacramentos a través de los cuales la gracia de Dios nos devuelve la inocencia perdida por el pecado.
Alcánzanos e infúndenos la gracia de la santa pureza, la virtud de la modestia y el pudor para que seamos templos dignos del Espíritu Santo.
Frutos: la santa pureza, la modestia y el pudor
13 de Mayo
Hoy, solicitamos tu dulce compasión hacia todos los seres humanos que no pertenecen a la Iglesia Católica, porque aún no han sido bautizados o se hallan fuera por la excomunión, la apostasía, el cisma o la herejía. Haz, Madre de la Iglesia, que todos los fieles católicos, el Santo Padre, los Cardenales, los Obispos, los Sacerdotes, los Consagrados y los laicos intensifiquemos o recobremos el espíritu misionero y viva en todos nosotros la preocupación por unir a todos los hombres bajo el único Pastor y Redentor Soberano, tu Hijo, Nuestro Señor.
Obsequio: Rezar y ofrecer sacrificios, trabajos y contrariedades por la conversión del mundo entero a la Fé Católica.
Día trece
I. El jazmín
1 . El jazmín sirve en nuestros jardines para vestirar cos, gaviones y casillas de campaña. Es en el ve rano una garantía para los ardores del sol. No sabe tenerse en pie y necesita quien le tienda su mano y le dirija, y si no, cae en tierra y se enreda entre las demás flores. Su flor pequeñita es de una fragancia muy fuerte y envía muy lejos sus perfumes
II. La piedad
2. Por esta virtud damos a nuestros padres el amor, el honor y el respeto que les es debido. Demos a nuestros padres gratitud, socorros y auxilios, amor y honor: es un tributo que se les debe de justicia. Un hijo fiel es para sus padres un hermoso y fresco jazmín, que les hace sombra en su vejez con la espesura de sus brazos y hojas; viste en el verano su tienda de campo, y mientras reposan allí de las penalidades y trabajos de su larga carrera, les conforta la exquisita fragancia que exhala de entre sus ramilletes de flores.
III. La piedad en María
3. ¡Con qué ternura, fidelidad y exactitud volvería María, cuando niña, a Ana y a Joaquín sus padres, a los sacerdotes y superiores en el templo; a José, cuando casada, amor por amor, respeto por respeto, honor por honor, favor por favor, servicio por servicio! ¡Con qué fidelidad les pagaría un tributo que sabía les debía de justicia!
IV. El jazmín a María
4. Debes amor, gratitud, honor no sólo a Dios, sino a tus padres, a tus maestros, y a todos tus superiores. ¿Has pagado este tributo?... ¿Lo pagas ahora? Examínalo bien, porque si dejas deudas, no entrarás en el cielo hasta que las hayas pagado todas. Ve cómo está el jazmín en tu corazón: ¿está en flor? Estamos en mayo... Recoge sus flores, y porque pertenece a la justicia, únelas al lirio y a la rosa, y al ofrecer a María tu ramillete le dirás:
Presentación de la flor
ORACIÓN. Señora mía: Ahí va el jazmín de mi piedad, de mi amor, de gratitud para con mis padres. Yo me obligo hoy a amarles, a respetarles, a servirles, a auxiliarles en sus necesidades espirituales y materiales. Recibid, mi amada jardinera, estas flores cogidas de mi jazmín, que pongo desde ahora bajo vuestra dirección y encargo.
DÍA 13
Virgen Santísima, que sin dudar te has ofrecido al Omnipotente para la actuación de su designio de salvación, intercede para que entre nosotros haya siempre pastores celosos, que guíen al pueblo cristiano por el camino de la vida, y almas consagradas que sepan testimoniar en la castidad, en la pobreza y en la obediencia, la presencia liberadora de tu Hijo resucitado. Amén.
EL GUSTO DE MARÍA 13 DE MAYO
1. Saludo Nos reunimos, casi a mediados del mes de mayo, para seguir cantando y festejando la gloria del Señor, ayudados por Santa María. El mayor gusto que podemos dar a una madre es, precisamente, ser buenos hijos siguiendo las huellas que ella nos deja para no confundirnos y alcanzar la felicidad de María.
La Pascua, entre otros sabores, dejó en el paladar de María, el gusto por la Resurrección. La pena se convirtió en gozo en la mañana de Pascua; la tristeza se trastornó en alegría, ante el sepulcro vacío; el color negro dio a la blancura pascual, por la presencia de Jesús Resucitado. Y es que, el gusto de María, fue dar gusto en todo a Dios. Todo lo quiso hacer bien. Sin demasiado ruido pero con certeza; con humildad pero con lo necesario; con obediencia pero conscientemente.
Hoy, ante Santa María, nos podríamos preguntar: ¿Damos gusto a Dios en algo? ¿Es para nosotros un gusto, creer y esperar en Dios? ¿Gustamos y disfrutamos -desde ahora- con el fruto de la Pascua que es la resurrección futura? La insipidez es esa sensación de que "algo falta" en el café de nuestra vida cristiana. Hay que cogerle gusto al evangelio y al seguimiento a Jesús. No podemos dejarnos vencer por una insulsez que nos aparta del placer por las cosas de Dios. Hoy, ante María y en este mes de mayo, dejamos este azucarero. Que nuestra Madre, María, nos ayude a gustar la presencia de Dios en nuestros días y, también, a dar gusto a Dios con nuestras obras y palabras.
2. ORACIÓN QUIERO SER AZÚCAR Que dé dulzura en medio de la amargura Que sazone las situaciones enquistadas por el odio Que facilite la paz y la armonía
QUIERO SER AZÚCAR, MARIA Diluyéndome para dar sabor a este mundo Diluyéndome para que Dios sea tomado a pequeños sorbos Diluyéndome para que Jesús sea más conocido
QUIERO SER AZÚCAR, MARIA Y que el mundo, de esta manera, sea menos soso Alcance el punto de la dulzura que el cielo nos propone Adquiera el aroma de un buen postre divino
QUIERO SER AZÚCAR, MARIA Para que, como en tu casa, no esté ausente la delicadeza frente a lo tosco Para que, como en tu hogar, exista la cortesía para Dios que llega
QUIERO SER AZÚCAR, MARIA Para que otros hombres conozcan el gusto de ser hijos de Dios Para que se deleiten comiendo la Eucaristía Para que, la Palabra, sea delicia
QUIERO SER AZÚCAR, MARIA Y, cuando Dios me falte, por lo que sea vaya corriendo al mostrador del cielo y, por la oración y la contemplación, encontrarla y poder comprarla. Amén.