Dia 2 de Diciembre
ORACIÓN
¡Oh! María, durante los bellos meses que te están consagrados, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos pues, durante el curso de estos meses consagrados a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aún la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En estos meses benditos procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida y, con tu auxilio, llegaremos a ser puros humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes. Que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres.Amén
TEXTO BÍBLICO:
"Maria por su parte, guardaba estas cosas y las meditaba en Su corazón"
Lucas 2-19
Palabra de Dios .Te alabamos Señor
MEDITACIÓN :
"Maria sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles. Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestro Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliara los demás sin demora (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización."
"Las familias cristianas son familias misioneras. son misioneras también en la vida de cada día haciendo las cosas de todos los días, poniendo en todo la sal y la levadura de la fe"
Petición :
Como familias misioneras que somos, pidamos le a las Virgen, que nos ayude siempre a optar por la sencillez en nuestra vidas; reconociéndote a ti, Señor, en cada una de nuestra elecciones
Con María, roguemos al Señor. / Escúchanos, Señor, te rogamos.
"Es de Maria que se aprende el verdadero discipulado. He aquí por que la iglesia va en misión siguiendo la estela de Maria."
ORACIÓN
¡Oh! María, Madre de Jesús nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecer con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradecerte y solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud, que haga lucir con nuestro esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error, que vuelvan hacia Él y cambien tantos corazones rebeldes cuya penitencia regocijará en su corazón y el tuyo.
Que convierta a los enemigos de tu Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de tu ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulación de esta vida y de esperanza para el porvenir. Amén.
¡Oh María!, durante el bello mes a Ti consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más Santa y la mejor de las Madres, Amén.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 7-9 “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Palabra de Dios / Te alabamos, Señor
MEDITACIÓN “Se puede decir que el Evangelio, libro vivo de la misericordia de Dios, que hay que leer y releer continuamente, todavía tiene al final páginas en blanco: es un libro abierto, que estamos llamados a escribir con el mismo estilo, es decir, realizando obras de misericordia. [...] ¿Cómo están las páginas del libro de cada uno de vosotros? ¿Se escriben cada día? ¿Están escritas sólo en parte? ¿Están en blanco? Que la Madre de Dios nos ayude en esto: que ella, que ha acogido plenamente la Palabra de Dios en su vida, nos dé la gracia de ser escritores vivos del Evangelio. Que nuestra Madre de misericordia nos enseñe a curar concretamente las llagas de Jesús en nuestros hermanos y hermanas necesitadas, de los cercanos y de los lejanos, del enfermo y del emigrante, porque sirviendo a quien sufre, se honra la carne de Cristo”.
S.S. Francisco (30 de julio de 2016), Homilía, Ciudad del Vaticano.
PETICIÓN Por nuestra Iglesia, para que –tal como nos pidió el papa Francisco– no esconda sus llagas, sino que desde ellas comprenda los sufrimientos del mundo de hoy y sirva al único que puede sanar y resucitar sus heridas: Jesucristo.
Con María, roguemos al Señor / Escúchanos, Señor, te rogamos.
“Que la Virgen Inmaculada nos ayude a vivir y a desear el espíritu de las bienaventuranzas; para que en todos los rincones de esta ciudad se escuche como un susurro: ‘Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios’.
S.S. Francisco (16 de enero de 2018), Homilía, Santiago de Chile.
¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de serte agradable, y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate a presentarnos a tu Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error. Que vuelvan hacia Él, y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo. Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y dé esperanzas para el porvenir. Amén.
2 de diciembre
“¡Sembrar la paz a golpe de proximidad!”
Reflexión
“¡Sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad! A golpe de salir
de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra. Esta es la única manera que tenemos de tejer un futuro de paz, de volver a hilar una realidad que se puede deshilachar. El trabajador de la paz sabe que muchas veces es necesario vencer grandes o sutiles mezquindades y ambiciones, que nacen de pretender crecer y ‘darse un nombre’, de tener prestigio a costa de otros. El trabajador de la paz sabe que no alcanza con decir: no le hago mal a nadie, ya que como decía san Alberto Hurtado: ‘Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien Construir la paz es un proceso que nos convoca y estimula nuestra creatividad para gestar relaciones capaces de ver en mi vecino no a un extraño, a un desconocido, sino a un hijo de esta tierra”.
S.S. Francisco (16 de enero de 2018). Homilía. Santiago, Chile.
Petición
Te pedimos, Virgen Santísima, que reestablezcas la paz en Chile y en
especial, que devuelvas la paz a quienes la han perdido en el último
tiempo por las dificultades de transporte, trabajo, alimentos u otras
necesidades, especialmente en los contextos más vulnerables.
Con María, roguemos al Señor/ Escúchanos, Señor, te rogamos.
Meditación del papa Francisco
“¡Cuánto sufrimiento, cuántas divisiones, cuántas guerras podrían evitarse, si el perdón y la misericordia fueran el estilo de nuestra vida! También en familia, también en familia. Cuántas familias desuni-
das que no saben perdonarse, cuántos hermanos y hermanas que tienen ese rencor en su interior. Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la
Iglesia y también en la sociedad y la política.
«Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores» . Estas palabras contienen una verdad decisiva. No podemos pretender para nosotros el perdón de Dios, si nosotros,
a nuestra vez, no concedemos el perdón a nuestro prójimo.
Encomendémonos a la maternal intercesión de la Madre de Dios: que Ella nos ayude a darnos cuenta de cuánto estamos en deuda con Dios, y a recordarlo siempre, para tener el corazón abierto a la miseri-
cordia y a la bondad”.
S.S. Francisco (
Reflexión
Después de escuchar la Palabra de Dios y el texto del Papa, reflexionamos en silencio o en comunidad, preguntándonos: ¿Qué me sugiere Dios para mi vida? ¿Qué nos sugiere Dios para nuestras vidas?
Petición
En este día te rogamos, Madre, por todas las personas a las que hemos herido con nuestras palabras,actos u omisiones, así como por aquellos que nos han hecho daño. Regálanos un corazón misericordioso.
Con María, roguemos al Señor /Escúchanos, Señor, te rogamos.
Me dirijo a las familias, llamadas a una misión educativa primaria e
imprescindible. Ellas constituyen el primer lugar en el que se viven y se transmiten los valores del amor y de la fraternidad, de la convivencia y del compartir, de la atención y del cuidado del otro.
Fratelli Tutti, 114