DÍA 16
ORACIONES DIARIAS
Las siguientes oraciones «deben ser recitadas antes o después de la meditación de cada día, según el texto de cada uno de los días»
CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía en su mano izquierda una coronilla rosada y dorada y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones muy despacio y reverentemente con mucho amor. En la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace una promesa, la promesa de la perseverancia en la oración para el crecimiento de las virtudes: la siembra de las semillas de santidad por las cuales la gracia será cultivada. Esta coronilla contiene todas las virtudes que Nuestra Señora desea encontrar en nuestras almas.
Las gracias contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.
«Queridos míos: estas oraciones son para obtener las virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia.
EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra. Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Oremos:
«Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir: 1-la virtud de la Fe
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
Para pedir: 2-La virtud de la Esperanza.-
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
Para pedir:
3-La virtud de la Caridad.-
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
Para pedir: 4-La virtud de la Humildad
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
Para pedir: 5- la virtud de la paciencia..
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
Para pedir: 6- la virtud de la Perseverancia.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
Para pedir: 7- La virtud de la Obediencia.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de de Dios Amen-
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día».
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.
«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»
Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean».
DÉCIMO SEXTO DÍA
«¿Queridos hijos: podemos ser todos uno?, les pido la unidad del alma y del corazón; las tareas que les mando realizar son de naturaleza divina; si es cierto que yo ayudaré a mis hijos del Este, pero por encima de esto serán ustedes los que harán posible la culminación de mi triunfo para el plan divino de la gracia de Dios al mundo.
Queridos hijos: miren al Cielo, allá arriba, vean como el viento cuando sopla, mueve todas las nubes al mismo tiempo, el viento sólo las mueve y las lleva con la brisa del cielo a donde Dios quiere; de esta manera vendrá el Espíritu Santo. El hará volar tu alma y la llevará ante Él al unísono con mi Corazón».
Madre, ¿cómo haremos volar nuestros corazones de esta manera? «Por medio de la consagración; ustedes serán liberados del mundo y capturados por Mí, vayan en paz y amor y el Espíritu Santo los moverá a convertir sus almas» Marzo 23 de 1993
Guía: Nuestra Señora nos llevará de la consagración al triunfo y de allí al Reino del Sagrado Corazón que es la parte de la Corredención en el plan de Dios; de esta manera seremos llevados a la hora final de la gracia. El propósito del triunfo es para preparar las almas a recibir la gracia redentora del Sagrado Corazón; la gracia de la hora final, es la gracia que será otorgada a las almas al momento de proceder a la venida definitiva del reino de Dios sobre la tierra; la hora en que la tierra volverá a su estado original. Nuestra Señora se refiere a la hora final como al segundo adviento que traerá la unión de los dos corazones.
Dirección: Las almas consagradas no tienen una necesidad absoluta de mundo material, las cosas de la tierra se olvidan y las almas preserven su ser únicamente para Dios; por lo tanto, nosotros debemos consagrar cada nuevo día a su servicio, uniendo nuestra voluntad a su voluntad en su constante aceptación. Lo más querido que tenemos es nuestra propia voluntad y Dios nos pide continuamente que se la ofrezcamos como un sacrificio; nada contenta más a Dios que el ofrecimiento de nuestra propia voluntad, sin reserva; feliz el alma que no tiene más voluntad que la de Dios
Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, permite que mi alma sea conducida de la manera que Dios desea; te suplico Madre querida, que me hagas saber qué es lo que más complace a Dios. Ayúdame para que mi alma viva en su divina voluntad y para que así pueda traerle el sacrificio de mi voluntad propia como una ofrenda de mi unión con Él. Haz que mi alma vuelva al unísono con los deseos del Espíritu Santo, para que pueda ser llevada solamente a los lugares que Él designe
«Yo soy la sierva del Señor; hágase en mí lo que has dicho» (Lucas 1:38)
Ven, Espíritu Creador
Ven, Espíritu Creador Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tu, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.
V. Envía tu Espíritu y serán creados..
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios , que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Ave maris Stella
1.Salve Estrella del mar, Santa Madre de Dios y siempre Virgen, feliz Puerta del cielo.
2.Tú que has recibido el saludo de Gabriel, y has cambiado el nombre de Eva, establecemos en la paz..
3. Rompe las ataduras de los pecadores, da luz a los ciegos, aleja de nosotros los males y alcánzanos todos los bienes.
4. muestra que eres Madre: reciba nuestras súplicas por medio de Ti. Aquél que, naciendo por nosotros, aceptó ser Hijo tuyo.
5. ¡Oh, Virgen incomparable!, ¡Amable como ninguna!. Haz que, libres de nuestras culpas, permanezcamos humildes y castos.
6- Danos una vida limpia, prepáranos un camino seguro; para que, viendo a Jesús, nos alegremos eternamente contigo.
7. Demos alabanza a Dios Padre, Gloria a Cristo Soberano y también al Santo Espíritu, a los Tres un mismo honor. Amén.
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.